lunes, 28 de febrero de 2011

FICCIÓN


Por algún motivo que solo puede estar relacionado con la abundancia de liquidez, la crisis de los países árabes, al menos por el momento, no está suponiendo beneficio alguno para el dólar, que por el contrario se ve poco a poco arrastrado a la baja, incluso contra el euro. Curioso cuando menos, porque por otra parte es difícil imaginar que conjunto de factores de todo orden podían concitar mayor desconfianza sobre el euro de los que ahora se dan, y sin embargo, entregados a una explicación más relacionada con la alquimia que siempre me parece el análisis técnico, vivimos la persistente apreciación del euro frente al dólar como algo que hay que asumir a pesar de no encontrar demasiados argumentos en los análisis propios, y desesperar un poco en encontrar alguna clave en los ajenos.

Con ese fondo, esta semana tenemos reunión del BCE, de esas en las que revisa su política monetaria; y como los últimos mensajes han sido de advertencia frente a la inflación, hasta el jueves va a ser un descontar creciente en las apuestas de que se va a ser menos condescendiente. Basta referir lo declarado por su vicepresidente que habla de extremada alerta sobre las expectativas de inflación, y la disposición del organismo a adoptar políticas preventivas. A veces parece que el BCE quiera aparentar una normalidad solo comparable a la que había antes de que allá por septiembre de 2008 un banco norteamericano quebrase, y quiera trasladarnos con sus discursos de ortodoxia monetaria a un pasado, ahora ficción, en el que la única preocupación era mantener la inflación por debajo del 2%. Quizá quieran el jueves insistir en lo mismo y cabe que incluso la amenaza de supuesta ortodoxia tenga compradores, y los tipos de interés repunten más, y con ellos el euro. Pues si es así, habrá que conformarse, y limitarse a asistir a como los mercados compran en su propio interés esa mercancía. Ahora bien, de aceptar lo impuesto por la fuerza a sumarse a los compradores, hay una distancia siquiera moral, que solo se pone de manifiesto cuando lo inconsistente acaba por caer. Claro que puede tardar, y mientras tanto hay que sobrevivir en la inconsistencia. Pero al menos, que a usted, no le de vergüenza ajena en el futuro el leer aquí que esto que esta ocurriendo en Europa ya se veía venir. ¿Y por que no lo decías? Preguntará. Lo decía, podremos responder. Pero por el camino hay que comer y estar vivos para llegar a ver el momento de la revelación, donde todo el mundo cae en la cuenta de los terribles dictadores que teníamos como vecinos en el Mediterráneo.

Acaba de elegir Irlanda. Imposible que salga del agujero si ha de atender a lo exigido por la asistencia internacional. Lo mismo Grecia, pero eso ya se sabe. El BCE y la UE quieren que de reestructuración de deuda (término dulce de quiebra) no se hable. Vaya si se hablará. Lo que no sé aún, es cuando. Para ello, veamos cuanto de valientes se sienten los irlandeses, porque España no es Grecia, pero Irlanda tampoco. Y en esto de renegociar, todo está en empezar.

domingo, 20 de febrero de 2011

TAMPOCO ESTE AÑO



Vuelven las entidades financieras españolas a remitir información a las PYMES sobre los créditos ICO. En muchos casos, según ellas mismas reconocen, es el único dinero que prestan. Los préstamos son a largo plazo, y se ofrece la posibilidad de que sean a tipo fijo. El más caro está ligeramente por debajo del 7% y corresponde al llamado “ICO Liquidez”. Un tipo SWAP sobrAñadir vídeoe el euro a cinco años se sitúa ahora en el entorno del 2,85%. No ha hecho otra cosa que subir desde el 1,69% que fue su mínimo el verano pasado, y hay que remontarse a 2009 para encontrar un nivel semejante. Algo similar ocurre con el Euribor a un año, alejado ya de los mínimos de 1,20% que fueron comunes la mayor parte de 2010. La amenaza deflacionista se desvanece a ojos del mercado, y la inflacionista asoma en occidente tras manifestarse con fuerza en oriente.

En España, las entidades sin recursos pagan al FROB el 7,5%. Según fuentes de confianza de uno de los que sí tiene recursos, hay instrucciones de CERO dinero nuevo. La intención es tener disponible para pescar en el río revuelto que va a ser la nacionalización de las Cajas. Rumores de compra de cajas por bancos hay un día si y otro también. Con escasísimo dinero nuevo, con los márgenes sobre los tipos variables adentrándose para muchos en la zona de 300 a 400 puntos, y con los tipos base (euribor y swap) subiendo del modo en el que lo hacen, quizá el problema del sector financiero esté en vías de solución, que habrá que verlo, pero también habrá que ver quien y cuantos aguantan semejante incremento de la carga financiera. Los tiempos tampoco serán cómodos para el ahorrador. Se acaban las cuentas “extratipadas”, y habrá que volver a la jungla en la que reina la amenaza de la inflación y en la que pronto aparecerán de nuevo los estructurados como gran solución. El jueves lo pasé entre “estructuradores” del sector financiero reunidos en Madrid. Después de un año en el que no ha habido bonus que llevarse a la boca, están ilusionados con volver, llenos de ideas y con ganas de colocar. Cosas simples y que el inversor entienda. Eso dicen. Prepárese el que no tiene dinero, pero también el que lo tiene, porque después de todo, algún día el BCE dejará de regalarles dinero y ellos habrán de apañárselas en el mercado. Como hacemos los demás. Tampoco este año confíe mucho al apoyo de su banco.

El euro/dólar no hace sino reaccionar al cambio de expectativas sobre los tipos. En Europa, y a pesar del lío del Bundesbank, las expectativas sobre tipos empujan al euro. Pasar a los 1,37 solo necesitó que lo recordase un Consejero del BCE. El dólar index perdía un soporte técnico, y caía el viernes empujado también por lo poco o nada que se esperaba de la reunión del G20, que efectivamente, nada ha ofrecido. Hace tiempo que los gráficos desaniman a comprar el dólar con euros, y habrá que seguir haciéndole caso. Eso sí, sin dejar de mirar de reojo a Portugal, cuya piel empieza a ser vendida, y ya sin demasiado recato.

Si aún así, el destino de Portugal no le parece pieza de suficiente tamaño para mantener estado de prevención frente al euro, habrá de prestar atención a la Canciller alemana. "Colapso masivo de Merkel" titulan algunas crónicas sobre el resultado electoral de este fin de semana en Hamburgo. Y quedan todavía seis elecciones más. ¿Imagina lo que pasará por la cabeza de la Canciller en las negociaciones con sus colegas europeos?

Ahora bien, para riesgo, el que corren Angel y Javier. Así comienza un reportaje de la BBC sobre los "percebeiros". Espectaculares imágenes. Un regalo de anónimos gestores de auténtico riesgo.

martes, 15 de febrero de 2011

¿CONTROL ALEMÁN?


Estos días algunas críticas surgen a consecuencia del aparente relajo que parece haberse instalado en los mercados. Y es que algunas crónicas incluso hablaban ayer de “aburrimiento en la Bolsa”. Claro que a poco que se rasque en la superficie, la corriente que va inmediatamente por debajo, solo puede aburrir al que quiera aburrirse.
Recogía una reciente crónica de WSJ refiriéndose a lo acontecido en reunión de Jefes de Gobierno de la UE del pasado 4 de febrero, la afirmación del Primer Ministro Belga de que la reunión había sido “una cumbre auténticamente surrealista”. Es curioso porque sin llegar a hacer una sentencia semejante, The Economist señala esta semana en su columna Charlemagne lo mucho que separa a muchos del pretendido plan de competitividad alemán.
Hace unos días pasaba casi desapercibida la quiebra de un pequeño banco danés, y las enormes quitas que se hicieron a depositantes y poseedores de deuda de primera calidad (deuda senior). La semana que viene, el viernes 25, hay elecciones generales en Irlanda. Entre quienes las encuestan colocan como posibles gobernantes están aquellos que se oponen al salvamento de los bancos, que por cierto reconocían no hace muchos días que su agujero era mayor que el declarado. Señalan las crónicas que la discusión entre el Presidente francés y el Primer Ministro irlandés alcanzó niveles de alta tensión en la cumbre del 4 de febrero. Mientras el francés acusaba al irlandés por lo que entendía como negativas consecuencias de emplear un modelo anglosajón de política económica, este se quejaba de las consecuencias de la “imposición” europea de salvar al sistema financiero.
Las quitas, es decir, la no devolución del 100% de la deuda, ha sido real en un banco danés, y puede serlo en más bancos europeos en tiempos no lejanos. Hoy, hemos de considerar muy difícil que tal circunstancia afecte a los depositantes, pero no a los tenedores de deuda bancaria de primera, y menos que primera, calidad. Parece que la fecha de la cumbre de la eurozona fijada el 11 de marzo, no es casual que sea posterior a la fecha prevista para la formación del nuevo gobierno irlandés.

En resumen, que a pesar de la apariencia de calma, los mercados no descansan, y por si hubiese dudas, basta ver las idas y venidas del euro, o los diferenciales de deuda soberana de países como Portugal. Como suele ocurrir con frecuencia, los hechos no siempre tienen una respuesta de los mercados en tiempo real, y acumulan energía que vuelcan con violencia en cuanto las circunstancias son propicias. En este sentido hay poca duda, no estamos aburridos, estamos acumulando energía. Pronto habrá de ser liberada. Entonces nos obligarán a pensar en temas que ahora dormitan, como por ejemplo quien será el que presida el BCE a partir de octubre, o más importante, si contra lo que parecía, acabe resultando que Alemania no estaba en verdad controlando el proceso. ¿Aburrirnos?

martes, 8 de febrero de 2011

POR PONER UN EJEMPLO

Son ya algunos los economistas, entre los que gozan de reconocimiento mundial, que consideran que la fase aguda de la crisis de deuda soberana europea, en la que España podría haber supuesto el fin del euro, está superada o cerca de estarlo.

El más reciente que se suma a este moderado optimismo es Kenneth Rogoff, catedrático de economía y políticas públicas de la Universidad de Harvard, a quien junto a su colega, la cubana Carmen Reinhart, entrevistaba el diario El País el pasado domingo.
Se prodiga el profesor en España, pues aunque no hace mucho tenía ocasión de escucharle en una conferencia sobre la crisis inmobiliaria invitado por la Fundación Madrid Excelente, de nuevo acudirá a Madrid el próximo 1 de marzo, invitado por la Fundación Rafael del Pino. La entrevista y su presencia en marzo en Madrid no pueden separarse de la presentación de su nueva publicación, “Esta vez es diferente: ocho siglos de disparates financieros” que es, además, como la Fundación ha titulado la conferencia. Sin duda será una más de esas ocasiones en las que el auditorio central de la Fundación estará a rebosar. Titula El País la entrevista con un entrecomillado en el que señala que hacer catastrofismo con el euro y con España, ya no es realista.
Sin embargo hay una advertencia repetidamente mencionada: “en la reforma financiera es fundamental reestructurar la deuda bancaria para evitar que haya dudas sobre las finanzas públicas”. Dicho de otro modo y en otra parte, que no se le ocurra al Gobierno nacionalizar sin antes hacer depreciar sus activos a las cajas de ahorro. De paso, y volviendo sobre la deuda soberana señala que una suspensión de pagos, está próxima e incluso es deseable, refiriéndose a Grecia, Irlanda y Portugal. En su opinión, para marzo, debería de estar listo y claro en la UE el mecanismo de restructuración de deuda.
De modo que cada vez nos estamos acercando más al ojo del huracán. Bueno será si no causa muchos más destrozos y puede empezarse pronto con el proceso de reconstrucción. De hecho, la visita de la Canciller alemana a España de la pasada semana, prestándose a una escenografía de apoyo a los ajustes del Gobierno, reforzada por la carta en igual sentido del Presidente francés y por las manifestaciones del Presidente del Banco de Santander, hacen suponer que en las más altas instancias del poder político y financiero europeo, el riesgo España se va diluyendo, para ser devuelto al sistema financiero, y en concreto a las cajas de ahorro, donde pretende encerrarse para no dejarlo volver a salir. Si así fuese, y una vez que Alemania se ha asegurado de que no hay marcha atrás en España, las próximas semanas van a ser claves para ver si como Rogoff pide, el Gobierno es capaz de gestionar las reacciones a los datos de la llamada exposición inmobiliaria y que por ahora ofrecen una visión más bien inquietante. Dice el norteamericano que habrá de haber recortes. Seguro que de ello tendrán noticias los propietarios de preferentes; por poner solo un ejemplo.