martes, 14 de junio de 2011

ERRORES

“Tiene LBS (siglas que identifican al Consejero del BCE Lorenzo Bini Smaghi) fama de profundo pensador. Me pregunto por qué”. Quien de este modo arroja sospechas sobre el italiano es el laureado economista norteamericano Paul Krugman, popular entre nosotros por la publicación que hace en español el diario El País de algunos de los artículos de su blog en la edición digital del NYT. La crítica radica en la visión expresada por el italiano en relación a la importancia de la inflación general y no la subyacente como guía de la inflación futura y por ello de la política monetaria. Un “error espectacular” señala Krugman. No es el único. Muchas dudas de muchos en relación a la necesidad de subir tipos de interés oficiales el mes que viene, que es lo que se nos ha advertido. Cuando he de explicar que tipo de política ha de aplicarse a la inflación según su procedencia, diferencio entre inflación de demanda e inflación de costes. La primera exige del concurso de la política monetaria. La segunda, de la presupuestaria. Así lo aprendí de mis mayores y así lo sigo creyendo. Entonces, deducirá usted, no es por la inflación por lo que el BCE sube los tipos ¿no? Ellos dicen que si, pero no estoy por creerles.

Un buen amigo, veterano economista del Banco de España me hacía llegar hace unos días un documento de los que en la jerga se llaman “papers” analizando las previsiones que semestralmente publican los miembros del comité (FOMC) de la Reserva Federal que fijan la política monetaria. El resultado era desolador. De hecho concluían que habría de utilizarse como indicador contrario. De su análisis empírico se deduce, que si dispusiésemos de las previsiones suministradas al Comité por su staff, los cambios que introducen los banqueros centrales para agravar o suavizar el escenario propuesto, -se supone que producto de su muy experimentada carrera-, son sistemáticamente erróneos, de modo que erróneas son también las decisiones que con esa base adoptan. “Nos iría mucho mejor si se limitasen a decidir sobre los escenarios que se le proponen”, concluyen de su estudio los académicos. Por cierto, los mercados han comenzado a desandar sus expectativas de alza de tipos de largo plazo, y ya pueden encontrarse pronósticos de descenso.

Queda poquísimo espacio para lo mucho que hay que contar. Dice en su blog Nada es Gratis un conocido economista español que en el asunto griego, todo el mundo tiene la pistola en la sien del otro, y que la pequeña gota griega en el océano del PIB comunitario, puede cobrar una importancia cientos de veces mayor si hay un error de cálculo político. Aquí nos jugamos mucho más que un error de política monetaria.

Usted supo de las llamadas cédulas territoriales emitidas por el Santander. Lo contamos aquí. Eran 1.000 millones garantizados por el balance del banco y por la deuda que con este tienen Ayuntamientos y CCAA. Solo ha podido colocar la mitad, dice El País citando a WSJ, y eso que según estos medios, la emisión gozaba de calificación triple A. Pues no. Error. Hace unos días, aquí pudo leer usted la calificación.

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