sábado, 23 de julio de 2011

REESTRUCTURACION

Tras el anuncio, al cierre de los mercados del viernes, de que toma el control de Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), son tres las Cajas de Ahorro intervenidas por el Banco de España. Es una de las consecuencias, en este caso negativa, del Real Decreto por el que hace solo cuatro meses el Gobierno obligó a Bancos y Cajas a incrementar sus ratios de solvencia. Las exigencias de capital resultaron ser más altas incluso que las establecidas por las directivas europeas. Por si el reto fuera poco, las nuevas exigencias han de ser cumplidas antes del próximo 30 de septiembre. Sin dar tiempo a un proceso previo de saneamiento, lo que habría de haber sido la fase culminante de una reestructuración ordenada, se convierte en una urgencia, cuya responsabilidad se arroja sobre los hombros del sector financiero y en particular sobre las Cajas, que en un plazo casi imposible tienen que proceder a realizar operaciones tan complejas como fusiones, constituciones de SIP, transformaciones en bancos y salidas a los mercados. En menos tiempo del que tarda en caer en la cuenta de la gravedad de la situación, el Gobierno exige del sistema financiero una reestructuración sin precedentes, y en tiempo récord. No se aplica a si mismo igual reto cuando se trata de reformar el mercado de trabajo, o de la negociación colectiva. Esta semana, como semanas antes CaixaBank, Bankia, y Banca Cívica, culminaban con éxito su estrategia de recapitalización. Lo han hecho en el entorno más adverso imaginable, aunando voluntades, y tras un esfuerzo, que solo aquellos que han tenido la responsabilidad de lograr el objetivo tienen verdadera conciencia. Lo que el Gobierno no ha querido para sí, lo ha impuesto a otros, y esos otros, han demostrado que la capacidad, el compromiso, y el esfuerzo, permiten culminar con éxito tareas, que aun impuestas en forma y tiempo erróneos, son aceptados y alcanzados por la sociedad. La misma de la que el Gobierno desconfía y sobre la que arroja sombras en cuanto cree que tiene oportunidad de obtener un rédito electoral.

Independientemente de la evolución del precio de las acciones, ha de quedar claro, que CaixaBank, Bankia, y Banca Cívica han sido capaces de responder por si solos al reto más complejo al que se ha enfrentado el sistema financiero español, y que en ese esfuerzo, han sabido responder al desafío de mantener el difícil equilibrio entre los intereses de los nuevos accionistas, y su compromiso con el territorio, con sus empleados y clientes, y sobre todo con el de no alejarse de su obra social y de los sectores desfavorecidos. Mantener ese equilibrio es su reto. Pero no dejemos de reconocer sus logros.

2 comentarios:

  1. Pazos, te leo y no te creo. Tu loando bancos? Dime si estas mal y te rpesento a mi psiquiatra. No fotis tú.

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  2. Bueno amigo. En esta ocasion es un encargo editorial, pero me gusta participarlo con vosotros.No seas tan duro.
    JMP

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