jueves, 23 de febrero de 2012

EXTRAÑA DESAPARICIÓN


Se preguntaba el pasado viernes Martin Wolf, uno de los analistas de mayor reputación de Financial Times, si podía producirse una crisis de balanza de pagos en una unión monetaria. Es interesante su reflexión, porque después de responder afirmativamente sin ambages, señalaba que de una crisis de balanza de pagos en un área de moneda única se sale, o mediante una crisis de crédito o mediante una fuerte contracción económica. Llama la atención encontrarse con este análisis justo estos días, en los que puede leerse mucho, y de todo, sobre lo que la reforma del mercado de trabajo va a suponer para la economía española y sus agentes. El mercado de trabajo es uno de los más complejos de cuantos se pueden analizar en economía, y sin ser un experto hace falta armarse de voluntad para leer las 64 páginas del BOE que ocupa el RD Ley del 10 de febrero. Me decía hace unos días el secretario general de un sindicato de autónomos, que hay errores técnicos en el RD que tendrán que ser corregidos. Como me hizo la confidencia de quién había redactado el Decreto, y coincidía de lleno con otra confidencia de días antes, -siempre es aconsejable no mencionar nada hasta tener al menos dos fuentes fiables-, me alegró saber que incluso mentes tan fuera de cualquier duda sobre su conocimiento de la regulación laboral había cometido errores técnicos, lo que demuestra que el asunto es complejo.  

La relación del artículo de Wolf con la reforma es simple a mi modo de ver. De esa ligazón, aparte de los manuales, me dio constancia el documento que el Banco de España había utilizado en su presentación a inversores extranjeros de la reforma financiera el pasado 4 de febrero. Cuando cayó en mis manos, me llamó extraordinariamente la atención que en los gráficos de apoyo que presentaba el Banco de España, nuestro déficit corriente desaparecía en 2013. En 2008 era del 9.2% del PIB. No conocíamos nada de la Reforma Laboral, pero en cuanto el propio día 10 el Gobierno la hizo pública, no me quedó ninguna duda. El Gobierno había “devaluado”, y lo tenía tan claro que unos días antes había hecho “desaparecer” el déficit por cuenta corriente, algo que solo se ha venido corrigiendo mediante devaluaciones monetarias. Una breve colaboración que hice en prensa ese mismo fin de semana fue bajo esa advocación: habíamos devaluado.

El objetivo de la reforma será crear empleo, y sobre su eficacia a corto plazo hay opiniones. Sobre lo que no hay duda es sobre lo que el Gobierno espera de la reforma, y es que haga desaparecer el déficit corriente. Y es este el indicador clave por el que va a medir si la reforma laboral cumple su papel. La devaluación monetaria, es más justa, porque afecta globalmente, pero no es posible en un área de moneda única. La devaluación efectuada es más dura, y más injusta, pero tiene vocación de ser más eficaz, porque no puede ligarse una detrás de otra, de modo que es muy exigente. Por eso la reforma no es equilibrada, ni justa como dice el Gobierno, simplemente porque una devaluación salarial, concentra el esfuerzo en el factor trabajo. Es de esperar que el Gobierno acierte, porque difícilmente habrá segunda oportunidad.

martes, 14 de febrero de 2012

VICIO O VIRTUD ¿QUE ES MAS RENTABLE?


Hace tiempo que lo de Grecia debería de estar cerrado, pero los días pasan y cuando uno se pregunta cuando y como va a acabar esto y que pasa si acaba mal, la verdad es que las respuestas no son necesariamente todas tan malas. 

No hay duda de que la voluntad política de los líderes europeos es la de no cerrar el proceso griego dejando al país abandonado a su suerte, por muy merecida que algunos digan que lo tienen, y seguramente no les falta razón. Tampoco hay duda de que en los mercados, no necesariamente cotiza siempre mejor lo bueno. Me lo recuerda un analista de Banca Rothschild, Patrick Ségal, cuando finaliza su último informe con la siguiente observación: “En los mercados financieros la virtud no reporta beneficios. En 2011, el Vice Fund (tabaco, juego, alcohol) cosechó una rentabilidad claramente superior a la media con un +6,5%; la del Ave María Catholic Value, en cambio, fue del -4.87%” Claro que después de leer esto cabe preguntarse que es realmente bueno en el caso griego, y si va a resultar que lo rentable sea el vicio y no la virtud.  Desde luego los políticos griegos no han practicado lo segundo con el dinero de sus ciudadanos, y quizá ahora el camino de regreso a la virtud pueda ya estar lejos para ellos y consideren que no llega a ser lo suficientemente rentable, y continúen en el vicio.

El caso es que el lastre griego ha llevado a algunos a pronosticar una apreciación del euro en casi cualquier escenario, interpretando que para la divisa única, perder semejante compañero de viaje, nos acerca más a la virtud. Aunque el nombre de la entidad importa menos, creo que fue Morgan Stanley el autor del más reciente pronóstico. Recuerdo que estimaba una apreciación del 10% del euro frente al dólar y una depreciación del nuevo dragma superior al 80%, aunque previsiones de dividir su valor de entrada en el euro hasta cinco veces, lo que supondría pasar de 340,75 de entrada a más de 1.500 dragmas, también han podido leerse. Más difícil es salir del enredo de las redenominaciones de los contratos, que un reciente artículo de la revista RISKS consideraba una especie de Armagedom cuando analizaba la repercusión que el abandono del euro de un país miembro tendría en los contratos de derivados. Considerando que cada número de la revista cuesta más de 200 libras esterlinas para quienes no sean suscriptores, imagino que el análisis y el lío que pronostica estarán bien fundamentados. En todo caso, incluso superada la prueba actual y confirmado (si algo en Grecia puede considerarse así) que habrá elecciones en abril, ¿quién es el que garantiza que lo que de ellas resulte va a cumplir los compromisos que ahora tanto esfuerzo están costando? Por lo que dicen las encuestas, la opinión pública se ha polarizado y son la extrema derecha y el partido comunista quienes las lideran. ¿Le van a prestar 130.000 millones más a quien puede no respetar los pactos dentro de dos meses? Siempre pueden suspender la democracia. En fin, incluso para un optimista, el dibujo de cómo se resuelve esto de Grecia, no es sencillo.

En España, seguimos a vueltas con la reforma laboral, una devaluación salarial en toda regla. Por eso nosotros no estamos en ese peligro. Y es que Europa, impone.

lunes, 13 de febrero de 2012

FORO ESPAÑA 2020. AUDIENCIA EN ZARZUELA


Don Felipe y Doña Letizia recibieron en audiencia a una representación del Foro de Debate "España 2020", que acudieron al Palacio de La Zarzuela encabezados por el periodista Fernando Jauregui, para hacer entrega a los Príncipes del libro "La España que necesitamos, del 20-N al 2020".  

En sus cerca de 800 páginas se recogen las opiniones, diagnósticos y soluciones de ciento treinta personalidades españolas sobre los principales problemas que aquejan hoy a la sociedad de cara al inicio de la tercera década del siglo XXI.   Entre los representantes, Jose Manuel Pazos , coordinador del área económica de la obra.

http://www.casareal.es/noticias/news/20120201_audiencia_foro_espana_2020-ides-idweb.html

sábado, 11 de febrero de 2012

¿RESPUESTA SINDICAL? MAL, MUY MAL



Los que tenemos obligación de vivir más cerca de la actualidad económica, estábamos el viernes sorprendidos por la falta de reflejos de las organizaciones sindicales en responder a la propuesta de reforma laboral que plantea el Gobierno Rajoy. Es tan evidente el ajuste que se exige a los trabajadores, que al analizarlo desde una perspectiva “no política”, si es que eso fuese posible, apenas cabe justificar el esperar a reuniones de carácter técnico interno, o escudarse tras aquello de “esperar a la letra pequeña” para articular una respuesta. Sorprende la falta de reflejos de los sindicatos, callados como sepulturas durante largas horas, cuando los que con mejor o peor criterio pero con menos responsabilidad, manifestamos nuestra incredulidad frente a lo que el Gobierno estaba proponiendo a la sociedad española. Tuvimos que esperar al sábado para tener un pronunciamiento de las centrales sindicales. Mal, muy mal.

Pocas veces los sindicatos tendrán tantos argumentos, pero quizá, al ser viernes, sus analistas y líderes estaban en ocupaciones de mayor responsabilidad que la de trasladar con carácter inmediato su opinión sobre la reforma. Teníamos que ser los analistas económicos los que ofrecíamos esa primera interpretación a una sociedad española expectante. Es lamentable, pero esa es la forma en la que se comporta el funcionariado sindical español. Generosamente esperamos al sábado, ¿y qué tenemos? La propuesta de una movilización el 19 de febrero. ¿Hay alguna forma de que estas organizaciones se adecuen al mundo en el que vivimos, o hemos de esperar a que movimientos como el quicemayismo acaben por superarlos y obliguen a la sociedad a encontrar mecanismos alternativos de respuesta? ¿Acaso están tan ciegos que no saben los sindicatos que son muchos los que no se sienten representados por esa especie de comisarios políticos que se representan sobre todo a si mismos?

Esta reforma a la que nos condena el gobierno, en la que el desequilibrio es tan evidente entre lo que los trabajadores han de ceder y lo que en compensación de un futuro mejor obtienen, es consecuencia sobre todo, no de una crisis de un modelo económico basado en el ladrillo, que es lo que a muchos le gusta decir para poner la responsabilidad en un imaginario, sino de una oligarquía sindical, que nunca ha querido equilibrar los intereses de quienes estaban sobreprotegidos respecto a aquellos que han tenido que soportar la carga de la desprotección más absoluta.

http://www.laverdad.es/murcia/v/20120212/economia/respuesta-sindical-20120212.html

miércoles, 8 de febrero de 2012

LA GRAN CONCENTRACION


De las tres grandes reformas que había que esperar del nuevo Gobierno, ya tenemos el diseño, más o menos completo de una de ellas. La del sector financiero. La exponía el Ministro De Guindos en una comparencia, que tenía más de conferencia de un alto ejecutivo financiero ante una clase llena de aspirantes a ejecutivos de banca de inversión o altos funcionarios, que a los ciudadanos que con nuestros impuestos pagamos la cuenta del Estado. Imagino como muchos de los que asistieron a la comparecencia por TV, acabaron por engancharse más al gesto y dotes de dominio del auditorio del Ministro que a aquello que anunciaba. Entre imposible y muy difícil de seguir el Ministro. Incluso para un ciudadano con conocimientos medios en finanzas, y no precisamente domésticas. ¿Por qué habla así el Ministro De Guindos? ¿A quien se dirige? ¿Por qué una inédita rueda de prensa previa al Consejo de Ministros? ¿Por qué tan acelerado? ¿Por qué tan sobrado? De Guindos no es un político, y déjeme hacer una predicción: o cambia y aprende a serlo, o una vez efectuada la reforma, será de los salga del Gabinete en la primera remodelación del Gobierno. ¿Su sustituto? Alvaro Nadal, y entonces sí, el vicepresidente económico será quien estaba destinado a ello, Cristóbal Montoro. Dejémoslo aquí. Esto importa poco ahora. 

Pero usted lee esto para saber de que habló el Ministro, y como le va a afectar. Voy a intentar responderle. El Ministro de Guindos quiere sanear el sistema financiero. Pisa a fondo el acelerador de la reforma ya iniciada por el anterior Gobierno, pero insiste en que lo hace sin poner dinero; mediante fusiones. Mejor dicho, quiere que se note lo menos posible el dinero que tenemos que poner, el que ya estamos poniendo. ¿No le gusta al Ministro De Guindos que digamos que ponemos dinero? Bien, aceptamos pulpo. ¿Le parece que digamos arriesgando nuestro dinero? Aquí ya tiene más difícil negarlo. Los que nos gobiernan desde dentro y los que lo hacen desde fuera llevan mucho tiempo arriesgando nuestro dinero. Pero quieren que no nos demos cuenta y ponen en ello mucho empeño.

Quienes van a poner sin duda son los accionistas de los bancos. Tienen que incrementar las provisiones específicas, es decir, aquellas destinadas a propósitos concretos, y las genéricas, que son las destinadas a cubrir lo que ahora se supone que está bien, pero que puede empeorar. Unas y otras vendrán de los resultados. De ahí habrán de sacar alrededor de 35.000 millones, que seguro que será algo más. 
Otros 15.000 millones vendrán del capital, es decir de lo que ya tienen como beneficios obtenidos en el pasado, y aquí entran los bonistas según su grado, particularmente algunos de esos instrumentos de deuda que tan irresponsablemente se ha vendido y han comprado muchos pequeños ahorradores que ahora llenan las páginas de los periódicos locales reclamando un dinero que creían invertir seguro. Y todo esto, habrán de hacerlo este año. ¿Y si no hay resultados, ni capacidad de capital? Entonces a desaparecer, por subasta o por fusión. 

Como muchas de las entidades no tienen los recursos suficientes para hacer esto en la parte que les toca, van a tener que entregarse en los brazos de quien si puede. Los más sólidos, los grandes, básicamente tres, BBVA, SCH y La Caixa se disponen a quedarse con lo mejor de lo que resta tras tres años de deterioro lento e irresponsable. En eso tiene razón de quejarse el Ministro De Guindos.  

Para el monstruo resultante, habrá más tiempo: dos años. El objetivo es la concentración competente. Así lo cree el Ministro De Guindos. Grandes, muy grandes le gustan al Ministro los bancos. Quizá no tenga otra posibilidad. O quizá no le dejen. O quizá no quiera. Quién sabe. Parecía que las concentraciones bancarias en EE.UU. habían formado instituciones sistémicas, es decir, de las que si caen, todos muertos, y que de lo que se trataba era de reducir ese tamaño. No ha ocurrido allí, y nosotros aquí, vamos a ello de cabeza. Habrá facilidades para la fusión, y nada o casi nada para la supervivencia aislada. La gran concentración está en marcha. La garantía para el comprador, es que nosotros, los ciudadanos pagamos la cuenta si lo adquirido no es a gusto del adquirente. ¿Se sanea así la banca? Si, pero hay otras posibilidades más valientes y de efecto inmediato, que el Ministro De Guindos no ha querido o no ha podido abordar. Por lo tanto, esencialmente mantiene el modelo anterior, pero se concretan las cifras y se acelera al máximo. Y el modelo elegido no puede ejecutarse en plazos más cortos. 

Pero ¿habrá crédito? Este es el problema. Desde luego no lo habrá pronto. Lo razonable es que los bancos, conforme van desapareciendo, sacando fuera los activos tóxicos al ritmo que aparezcan compradores (vendrá mucho fondo extranjero), y concentrándose los que quedan, encuentren más fácil y barato acceso al mercado mayorista de financiación, y puedan poco a poco separarse de la línea de vida de las subastas a largo plazo del BCE. Será entonces cuando podamos decir que empieza a recuperarse el crédito. Hasta entonces, los diferenciales se mantendrán altos, y lentamente se irá produciendo un cambio en el balance de los bancos, que verán rebajada la presión para refinanciar activos malos, y verán con extraordinarios buenos ojos, nuevos y sanos proyectos.

El camino de salida y los tiempos ya están definitivamente trazados.

Aún así, se nos hará muy largo. Habrá tanto que depurar en los balances de los nuevos monstruos para hacerlos rentables, que, asegurada la financiación a través del BCE y de lo que puedan recurrir al FROB, las entidades centrarán toda su atención en ello. Bien hace el Ministro en decir que exigirá que los niveles de crédito se mantengan, porque tendrá que ser por obligación. Desconozco como hará cumplir esa exigencia, y que pasará si la incumplen. 

Habrá despidos, habrá cierres de oficinas, los contribuyentes arriesgaremos prestando nuestro dinero en los procesos de fusión. Habrá un sensible descenso del precio de la vivienda. Eso seguro que lo consigue esta reforma, reordenar un mercado de vivienda absolutamente roto e irregular. El problema es la demanda interna solvente, que hay poca, de modo que es lógico pensar que el grueso pasará a formar parte de la cartera de fondos extranjeros que, a precios muy baratos, pueden pasar a controlar una buena parte del parque inmobiliario español. 

No me pregunte por las obligaciones convertibles contingentes, eso que el Ministro decía ayer, “los conocidos CoCos” ¿Qué no sabe lo que son? Pero hombre… ¡por favor!... ¡los CoCos! ¡Cachiss! Como dice el Ministro tirando de paciencia cuando la pregunta es tan obvia que no se puede aguantar, “¡Vamos a ver!”. En una de las varias ocasiones que tuve de debatir en público con él antes de ser Ministro, se me ocurrió compadecerme de los griegos, pensando en quienes les gobiernan. “No tienes ni idea José Manuel”. Es evidente que él consideraba que se lo tenían bien merecido. Así es la reforma financiera del poco político Ministro Luis De Guindos.

jueves, 2 de febrero de 2012

DEL VIRUS DEL NO CREDITO


Después de un dato como el de la EPA del pasado viernes, es claro que la economía española acelera su camino hacia un oscuro agujero en el que la crisis social amenaza con agudizarse. Según los datos del SEPE (antiguo INEM) un tercio de los parados ya no tienen protección social de ningún tipo, y de los que tienen protección, la tercera parte cobran la prestación de 400 euros que el gobierno decidió prorrogar por seis meses. Los recortes obligados en las administraciones locales traerán ahora los ajustes de plantilla en ayuntamientos y comunidades autónomas, algo que se sumará a los compromisos del SEPE, que veremos de donde obtiene los recursos para atender a los ERE del sector público que asoman a la puerta. 

Pero siendo el desempleo la parte más visible de la devastadora crisis que nos asola, la que tiene potencial más destructivo, la del virus silencioso, es la crisis financiera. Los bancos están estrangulando a los supervivientes. Son muchas las empresas que se encuentran con la necesidad de preguntarse si frente a la ausencia de respuesta a la solicitud de renovación de sus líneas de financiación solo les cabe la posibilidad de colocar a sus entidades ante la tesitura de instar la ejecución de avales y garantías. Pequeñas, medianas y grandes empresas, con actividades de negocio sólidas, ven como las amortizaciones de sus préstamos o el vencimiento de sus líneas de crédito, no reciben, en el mejor de los casos, otra respuesta que el retraso o el silencio a su solicitud de nueva financiación. Cabe que ya no sea posible ajustar el déficit público al ritmo que se había previsto, pero entonces tampoco es posible que los balances de los bancos se saneen a igual velocidad. Particularmente si se pretende mantener la ficción de que la solvencia vendrá a través de las fusiones. El gobierno ha decidido que no puede asumir un banco malo, pero puede encontrarse con que si la voracidad en expandir los balances fue el multiplicador eficiente para extender el virus, la voracidad de reducirlos a costa de los que todavía podemos devolver la financiación, puede ser incluso más destructiva. Bien estará que la reforma laboral, que según los indicios que tengo será de las que se calificará “dura”, contribuya a reducir los costes y aumentar la flexibilidad del factor trabajo, pero si el saneamiento del sector financiero van a tener que pagarlo las empresas que pueden devolver lo prestado, estamos apañados. Llegados a este punto, uno desea la quiebra y nacionalización de aquellas entidades zombi que solo pueden mantenerse a costa de quitar la vida a los agentes que crean empleo y sostienen la actividad económica.

A quien pretenden “nacionalizar” es a Grecia. Ya es una vieja aspiración alemana, que no confía en absoluto en las autoridades griegas. Son muchos los que insisten en que no puede ser expulsada del euro, pero cuando incluso ya se valora la posibilidad de una quita en la parte de deuda griega que tiene el BCE, resulta difícil admitir que como dice un líder británico, la cola continúe moviendo al perro.  De la énesima cumbre, la del lunes, no esperaba más. Reconforta ver el PIB de EE.UU creciendo al 2,8% anual, pero ya que esto va de malas, de verdad, ha crecido un 0,8%, el resto ha ido todo a acumulación de inventarios. Es relativamente normal en el cuarto trimestre de cada año,...pero tanto!