martes, 17 de julio de 2012

¿VIAJA? PUES INFORMESE SOBRE EL DOLAR


Es una pena, pero si ha habido algo en la sesión de ayer que fue capaz de venir en rescate del euro fue el dato de ventas al por menor de EE.UU. “Otro dato miserable” decía un analista en su crónica. Y digo pena, porque lo es que la recuperación del euro tenga que venir por deméritos del otro, rescatándolo desde los mínimos del viernes en la zona 1,2162 para llevarlo a los máximos de la sesión en las proximidades de 1,23. Las ventas al por menor hablan en directo de un descenso de la demanda por tercer mes consecutivo en la principal economía del mundo, algo que ya venían anunciando los indicadores adelantados, y de ello se difiere, que en el mercado se va a ir concediendo creciente probabilidad a una nueva fase de estímulo monetario de la Reserva Federal, que será la tercera y conoceremos como QE3. Ya veremos en su caso el formato que reviste, que en esta ocasión es probable que esté más cercano de la creación de dinero del QE1, que del intercambio de deuda de largo por deuda de corto de la llamada operación Twist. El nuevo remedio se interpreta en casi todas las versiones como dólar bajista, de ahí la reacción modesta del euro, pero habrá que esperar al momento en que esta opinión tenga que alinearse con lo que aporte el euro, que no se sabe si será mucho, pero que es difícil que sea bueno. 

Lo importante es que el euro, esencialmente, aguanta. Lo hace en gran medida porque el área euro no está sufriendo una salida de capitales que pueda considerarse significativa. Lo que hay es una brecha creciente entre los países del sur y del norte, una vez que Francia parece instalarse definitivamente entre los “buenos”, los que se ven beneficiados de la salida de capitales del sur. Francia estuvo durante no poco tiempo en situación de caer del lado malo, y eso acentuó la presión sobre el euro, recrudeciéndose las previsiones bajistas. Ahora hay un moderado resurgir de previsiones menos pesimistas, aunque para ello necesiten mirar un poco más allá de 2012. Pero hay que mirar antes en 2012, porque lo que pase este verano, y en concreto en el temible agosto, explicará mucho de los que ocurra más allá. Hay un soporte muy importante justo debajo de 1.20 y de momento no ha habido valor para someterlo a prueba, señal de que continúan sin aparecer “manos grandes”. Aún así, sería ilusorio pensar que esa zona no va a ser probada. El reto es el mínimo de 2010 en 1.1876 y no es fácil imaginar que tendría que pasar para que tal prueba no llegase. Podría una suerte de milagro romper el cuadro euro bajista que se dibuja, pero para eso, la primera exigencia sería que recuperase 1.2335 y aún así, no podríamos hablar de un cambio más sólido hasta que el par se asentase sobre 1.2695.

Cada semana que nos acerca a agosto hay más tensión, y algunos han llegado incluso a preguntarse si la Reserva Federal norteamericana, considerando como considera que la crisis de la EZ es la principal amenaza sobre la economía norteamericana, no podría llegar a comprar deuda europea. Legalmente puede hacerlo, pero habría de ser por mandato del Tesoro, y solo para gestionar sus reservas, no para rescatar países. De momento tiene deuda alemana, francesa y japonesa, y acepta como colateral, entre otras, deuda española e italiana en operaciones de repo, es decir como garantia.

Deuda Irlandesa, portuguesa y griega, no.

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